jueves, 12 de junio de 2008

Estrella y Sirena

Una estrella fugaz,
dulce y tierna,
acudió con centellas
a mi pesar,
y fue error mío,
dejarla pasar,
quedando solo
sus estelas rastro
con olor y sin gesto.
En el mar, oí
el canto de la sirena
entre el barco
lejos de las estrellas
y cerca de su voz
colmé mi impaciencia
con agua de sal.
Llegó lo previsto
nada de verdad,
fueron vientos
rápidos o contrarios
uno del otro,
confusión necia
no sabe donde hallar
semilla que germine.
Continuo el viaje,
atranco en altamar,
comienzo la vereda
atras resta el oceáno
aún respiro
el olor a campo abierto
a selva tropical,
y no lejos de los rios
agua verde y turbia
vengo llegando
sin parar.
Destino o camino,
sendero y travesía,
poco importa el espacio
el tiempo transcurre
y el instante crece
imagen retardada
conspirar el sueño.