Nace como brisa, desplazandose entre el mar
sobre el cuerpo sus caricias dilata las esperanzas,
fallidas noches verdes llevaron a las estrellas
a otro lado del mar.
En el norte anido con fuerza perenne,
los campos todos impregnados
de su andar, suelen marchar
al ritmo de su pedestal.
Febrero de carnaval, de huidas y remembranzas,
de tenues callejones con barro y arena,
hundidos en tus brazos, llegas como viento,
acaricias los rostros, empalideces la luna
y tu brillo el pensamiento despierto
de quienes prueban tu rosal.
A donde diriges esta barca sin velas,
haciendo tu caudal, la guia
y no sean ya estrellas sino alisios
quiene dominan mi caminar.
Quiero ser vendabal para nadar
entre ti, sucumbir en tus sílbidos
conviertirme en fuerte Xaloc
sin ramas, ni sueños.
domingo, 3 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario