lunes, 26 de enero de 2009

Sin título

Me desperté pasado mañana
y no había nada,
pensaría soñar para olvidar,
entonces,
aparece la figura,
entre reojos se formó
imagen perfecta,
y fuí entonces amor
de sombras,
compenzando el vacío
entre continentes,
frustada fue su elección
y siendo sólo yo,
una huida repentina,
al amor traicionado,
la ilusión alquilada,
Di noches en los dias
sin astro magnante,
concedí cenizas, todo fué
amaneceres inalcanzables.

Quedo varado bajo
el juicio, del que todo
bebe y se embriaga
sin cesar,
embiste su habla
hacia la infortuna
ajena.

Siendo agua y aire
mi cuerpo,
reposo en fuego y tierra,
una espiga, lejana
espera su cosecha
y con mis manos
corropidas de tiempo
hare barreduras.

Manaña me desperté.